Comunicado 18 octubre 2019

  • Super User
  • Blog

Desde Tribade, como colectivo e individualidades, nos unimos a la huelga convocada el próximo viernes 18 de octubre en respuesta a la injusta sentencia del procés y a la brutal represión policial de los últimos días. 

Pararemos toda actividad laboral y musical, por eso os informamos de que el concierto que iba a tener lugar en Banyoles este viernes será cancelado. Hacemos un llamamiento al resto de grupos y propuestas culturales a secundar la huelga. Así, os animamos a todas a participar en los distintos bloques y columnas, a cuidar de las compas, las que vayáis, no os perdáis de vista. A informar desde casa las que no puedan asistir, porque el sistema nos explota y exhausta o porque no pueden poner el cuerpo.

Compañeras y hermanas del resto del Estado, que sabemos que no sois pocas. Estamos saliendo a la calle porque llevamos años esperándolo, salimos a la calle contra el fascismo y el capital. La chispa que prende la protesta es impredecible. A veces es la construcción de un bulevar como en Gamonal, otras la defensa de una Okupa como en Can Vies. 

Esta lucha no es una lucha contra el pueblo español, no es una lucha etnicista, identitaria y chovinista, como quieren hacernos creer. Catalunya fue defendida en el 39 por republicanos españoles que vinieron de todo el Estado, que lucharon codo a codo para que no cayera el Ebro y con él, la República. Catalunya y, en concreto Barcelona, ha sido levantada por manos de trabajadoras catalanas, extremeñas, aragonesas, murcianas y andaluzas. Por eso, os pedimos, que no dejéis que calen los mensajes manipulados, compañeras: os queremos. Creemos en la lucha internacionalista y en la solidaridad de los pueblos, en la jornalera del SAT ocupándole las tierras a la duquesa de Alba, en las murcianas enfrentándose a la policía por el soterramiento del AVE, en los mineros asturianos (¡cuánto qué aprender de vosotros!), en la incansable e histórica protesta de Euskal Herria. La lucha en Catalunya beneficia a la lucha del resto del Estado y debilita la burguesía central.

Habréis visto imágenes de la ocupación del aeropuerto, las mutilaciones de ojos con pelotas de goma y FOAM (producen lesiones similares al armamento militar), las numerosas compañeras detenidas, los atropellos con los furgones. En general, la brutalidad policial y sus métodos de dispersión sin previo aviso. Hace dos años vivimos lo que era el miedo a una carga policial. No una carga policial hacia ti y tus compas politizadas, que saben qué puede pasar. Una carga policial que puede herir a tu padre, a tu madre o a tu hermana, a tu vecina de abajo, a la panadera, a la anciana de la esquina que sólo quería ir a votar. Cuando una lucha consigue movilizar a sectores de la población que antes no salían a la calle, es precioso. Pero también se pasa mucho miedo. Prender una barricada en la calle nos protege, nos defiende: a todas las personas que queremos, también a las que ni conocemos. A las que no lo ven claro: tranquilas, si un día estáis ante una carga policial, siempre tendréis un hueco, a buen recaudo, al otro lado de la barricada. No nos criminalicéis, somos vuestras hijas.

Debemos ser conscientes que el sistema experimenta y normaliza la represión. Toda aquella represión y brutalidad empleada contra un sector de la población, se aplicará y generalizará contra el resto. Mañana será utilizado contra un vecino que quiera parar un desahucio, contra una compa racializada que pinte la estatua de Colón, contra una feminista realizando una acción, contra las sanitarias ante los recortes, contra las Kellys o contra el estudiantado que pide poder pagar la Universidad. Si la represión se endurece aquí, lo hará también en el resto del Estado. 

Detrás de quienes nos mandan pegar y encarcelar, están aquellos que mataron a Mame Mbaye (mantero de Madrid), los que absolvieron a la Manada, los que sacan a pasear el autobús de Hazte Oír, los que quieren una España de fronteras, CIEs y más armamento para disparar en Tarajal, los que perpetran redadas contra anarquistas, los que legalizan la reforma laboral esclavista, los que nos expulsan de la universidad, los que obligaron a María, compa uruguaya, a entregar a su hija a un violador. Detrás de ellos están los que quieren un sistema racista, patriarcal y capitalista. Detrás de ellos, compañeras, están los que nos matan.

Vestimos de negro porque vamos de luto. Nos tapamos la cara porque nos brillan los ojos. Salimos de noche porque ésta nos pertenece. Resistimos porque nos cuidamos.

Lo aprendimos de nuestras abuelas: ¡Que nos rapen la cabeza! ¡No pasarán!

TRIBADE

language